Giorgio Angelo se regaña por su líder, Faisul Bittar, por llegar tarde al entrenamiento militar. Para empeorar las cosas, el casillero de Giorgio es incierto, y sus botas son un desastre. Su comportamiento está muy por debajo de los estándares de Faisul y así debe ser castigado. Faisul se asegura de que esta lección no pronto se olvidará y disciplina Giorgio en toda su extensión.