Ryder Owens y Seth Peterson juegan videojuegos mientras discuten sus capacidades sexuales con sus novias. Cuando aparece el tema del macho G-Spot, Ryder admite que siempre ha querido intentarlo, pero nunca ha actuado en él. Seth hace eco de sus deseos, abriendo así la puerta para que los dos exploren una nueva frontera en su amistad y placer.