Mientras el Maestro San dejaba que sus manos y boca continuaran vagando el cuerpo del niño, él había estado goteando y frotando el aceite sobre el Boy Dylan bulbrsquo; el marco tonificado, sin pelo, que ahora brillaba bajo la luz. El hombre hizo que el niño voltease y se acostara en sus patas traseras, luego trajo un juguete de vidrio perfectamente curvado al agujero del niño. La punta del juguete apareció en Boy Dylan bordersquo;s agujero, provocando otro pequeño gasp y gemido, el gemido se extendió como el Maestro Saint bajó el dildo de vidrio aceitado en el fondo.
El Niño Tomásquo; su polla agitada, saltada, y agitada mientras sentía la longitud del consolador hace su camino profundo en sus tripas. El Maestro Saint comenzó a deslizarse hacia dentro y hacia fuera, dando al Niño permiso sin palabras para acariciar a su propio miembro rígido. El muchacho Dylan fue vencido con lujuria y deseo, esperando que el Maestro se desnudara, también, y llenar su agujero de niño con polla dura. El muchacho Dylan comenzó a estrangular su propio pene vigorosamente mientras el Maestro Saint tomó la velocidad con el juguete, haciendo que el Chico trorsquo;s gemidos más fuerte y más urgente.
Dylan podía tocarrsquo; no ayudarse a sí mismo; le disparó la carga de su polla sin cortar y por todo su vientre. Cuando miró hacia arriba al Maestro Saint, notó que el hombre tocarsquo; su expresión seguía siendo estoica, pero satisfecha con la actuación.
El chico Dylan estaba preparado y listo para esta vida de servicio y obediencia.