Young Scout Zack y yo salimos al bosque, apenas hablando, sin embargo disfrutando cada momento de cada uno de los demás clientesquo;s compañía. El niño es pequeño, pero perfectamente formado. Su uniforme se aferraba a cada pulgada de su cuerpo.
Le dije que necesitaba una fuga y me complació cuando me siguió por el sendero y a los árboles.
En cuestión de segundos, cayó a sus rodillas y me estaba chupando con entusiasmo, mirando hacia arriba con esos ojos grandes e inocentes mientras desperté mi camisa. Se puso de pie y nos besamos apasionadamente mientras amas agresivamente la piel suave de sus mejillas de culo.
De repente sentí un deseo abrumador de penetrarlo y lanzarlo alrededor, lo empujé contra un árbol y le rasgué sus pantalones cortos y ropa interior. En segundos tenía mi lengua dentro de su culo y estaba gaseando y gimiendo en anticipación.
Me quedé detrás de él, escupí mi polla y empecé a empujar. Su culo apretado se sentía como una pinza en mi polla. Le cogí el pecho y le apreté fuerte mientras empecé a empujar tan profundo como pude dentro de él.
Podía sentir que el semen se levantaba en mis bolas mientras comenzaba a golpearlo con creciente velocidad y poder, y luego, de repente, pasé el punto de no retorno. Casi no lograba sacarse de su culo antes de que empezara a volarme. Pregunté por lo que se sentía como una eternidad. ¡Tanto esperma! Lo empujé dentro de él. Quería que mi ADN se fusionara con el suyo. Quería que esto fuera un encuentro con él; nunca olvidaría.