Más a menudo que no, el Sr. Knight entraría en la casa club por un descanso y encontraría a Milo sentado sobre una de las colchones grandes del sofá. El gemelo cara de bebé era adorable sin mucho esfuerzo, pero lo que tenía a Bob justo en el dulce lugar cada vez era el hecho de que Milo parecía estar siempre esperándolo. Era como si el chico infatuado supiera cuando el Sr. Knight iba en descanso. Podría sentirlo.
Y por su parte, Milo esperaba mucho sus encuentros casi diarios en la casa club. El adorante gemelo#039; su parte favorita del día, por lejos, era cuando el Sr. Knight dejaría que sus manos gigantes vagar libremente por todo Milo cosecha#039; su pecho y abdominales miniatura. Era claro como el cristal que el gigante salivante no podía conseguir lo suficiente, y tampoco Milo.
Momentos después de su típica sesión de maquillaje y atornillado, los dos camaradas se pelaron con rabia una otra plaga#039; s ropa de sus cuerpos sudorosos y calentados. El Sr. Knight no perdió tiempo. Golpeó su polla torcida (que era tan grande alrededor y largo como Milo golpe#039;s arm), arrojó al chico alrededor, y se puso derecho a impaltar su subordinado favorito...