Llevé a Serg al bosque y lanzamos una tienda. Él #039; es un niño bastante pequeño-un buen pie más corto que yo-y realmente tuven Pulido#039; no pensé en él de una manera sexual antes. Pero, cuanto más crecía en confianza, más me di cuenta de lo bien que estaba unido. Y, cuanto más le miré, más empezó a responder mi polla.
Me mudé para un beso y él reciprocaba, torpe al principio. Pregunté si él toca#039; alguna vez besaba a un hombre antes y era sensible#039; no en absoluto sorprendida cuando me dijo que tenía un toque#039;t.
Le desperté la camisa y lo besé por todo su torso suave, pálido, sorprendentemente bien definido, luego me quité la camisa y le tiré el cuerpo peludo. Empezó a gemir incontrolablemente.
Hubo un momento sin decir cuando ambos nos dimos cuenta de que había llegado el momento. Se subió a los cuatro y le arqueó la espalda. Escupí mi gran polla y luego, así, empecé a follarle. Se giró y gastó, sometiéndose a mí.
Lo puse en su espalda y continué mi trabajo. Su agujero estaba apretado. Recogí la velocidad, abofeteando mi carne dentro y fuera de él en un frenesí lleno de lujuria.
Disparé profundamente dentro de su culo, sabiendo que nunca olvidaría la magia y la belleza de su primer encuentro.