Mi polla era tan difícil sólo de ver al entrenador que apenas podía encajar en la bomba. Mientras el dispositivo bajaba en mi pene, pude sentir la s*ngre corriendo de mi cuerpo a la base y finalmente a la cabeza de la polla donde se formó una chispa de la basura. Yo me ponía #039; nunca se había sentido tan duro antes, mi polla estaba agitando tanto que pensé que la bomba de polla explotaría si él bombeaba más aire en ella. La s*ngre se apresuró de mi cerebro a mi polla y ahora mi único instinto era entrar en mi entrenador. Después de quitar la bomba, sentí que tenía la polla más grande del equipo. Y Marko se iba a tomar el golpe más duro de su vida. A medida que el gran entrenador se levantó y se despojó en su jock, todo lo que podía hacer era mirar y lucir por ese agujero suyo. Estaba apretado. Llené cada pulgada de su trasero. Me preocupé por un segundo que mi polla iba a romperlo en dos, francamente. Su cara torcida con tanto placer y dolor como le bombeé sin pensar, sólo puro instinto carnal. Mi cabeza estaba en una estufa mientras me metí en mi entrenador, bombeando y bombeando hasta que el esperma girando en mí ya no podía contenerse. Necesitaba liberación. Ahora.