Unas horas antes de asistir a un evento de caridad Padre-Hijo, aturdido Ross Hurston recibe la palabra de que su hijo no asistirá. Decepcionado pero comprometido, Ross sigue vestido cuando su mayordomo, Manuel Reyes, entra con sus gemelos. Ross pregunta a su siervo fiel si alguna vez se cansa de servirle, pero el siervo responde sólo cuando no es apreciado.