Después de levantar una gran tienda con ayuda de Scoutmaster Scott nos sentamos en la cama grande dentro de la tienda y le pregunté qué deberíamos hacer ahora. El director dijo que podíamos hacer lo que queramos, mientras él puso su mano en mi muslo, frotándola, llevándose hacia arriba.
No dije nada. En vez de eso, sonreí, me encantó y comenzamos a besar. Poco a poco nos mudamos a la cama dentro de la carpa donde continuamos gimiendo. Nos quitamos las camisas y me metí en los cuatro, arqueando mi espalda, metiendo el culo y salimos. Scoutmaster Scott slid mis pantalones cortos y no desperdiciaba el tiempo rebosándome. Esta vez fue lento, tomando su tiempo.
Luego el escultor se puso en la cama donde le quité los pantalones y ropa interior. Levanté la polla y la succioné, amándolo completamente, engordado, duro. Continué a chuparlo tan profundo como pude. Él sabía tan bien, pero yo estaba listo para más, así que me senté derecho, alcé mi trasero por su longitud, y lo llevé dentro de mí. Vaya, es tan grande como recordaba. Me bajé lentamente, finalmente llegué a la base. Tomar la última pulgada o más fue doloroso, pero lo quería, todo él. Con un poco de dolor vino el placer que busqué y lo conseguí. Empecé a montarlo arriba y abajo, todo el camino.
Scoutmaster Scott me trajo a los cuatro donde se deslizó y se reanuda. Entonces se levantó diciendo que estaba cerca y sentí su cabeza de polla y su pozo, y vino dentro de mí, criandome. Estaba en el cielo.