Sé lo que esos ojos verdes me piden que haga. Cuando me mira así y chupa su pulgar, está ansioso mi polla. No tardará mucho en tocarse, tentándome con lo duro y grande que es. Él sabe que no resistiré ponerlo en mi boca, y lo chuparé y le lameré el culo hasta que esté listo para destruir la mía. La segunda vez que lo vi tumbado en la cama así, supe que terminaría montando su polla. ¿Quién podría decirle que no? Puede hacer lo que quiera a mi cuerpo.