Cuando Fruits of Life abrió la calle todos mis amigos lo temían. Sus madres estaban emocionadas. Desde que el Monte Sion Bautista cerró hace unos años cuando el Pastor Thomson fue encarcelado por fraude bancario y evasión fiscal, no hemos tenido una iglesia cerca. Ellos sabían que iban a ser arrastrados fuera de la cama todos los domingos por la mañana para sentarse en la iglesia. Tuve suerte. Mi padrastro cree que las iglesias son una raqueta y, por supuesto, el escándalo del Monte Sion acaba de probarlo bien.
Pero cuando se abrió, todos los chicos cambiaron su canción. Era casi como un centro juvenil regular. Estaban teniendo todo tipo de actividades y cosas, y el pastor Cali ni siquiera pidió a los chicos que vinieran a la iglesia si no querían, aunque los que se unen a la iglesia tengan ciertos privilegios. Sabía que pasaba algo raro pero insisten en que no es nada excepto la iglesia regular.