¿Quién puede resistir a un sabroso semental cubano caminando en medio de la calle, esperando convertirse en una estrella kinky? Cuando Dy se acerca por la cámara y se ofrece a ganar buen dinero para algunas fotos artísticas de su cuerpo exquisito, él no piensa dos veces y salta a la acción. Sigue a su nuevo amigo a un apartamento donde Ivo, un joven y chiflado, está esperando a que alguien lo alimente con una carne gruesa. Dy no tiene experiencia en fotos desnudas y nunca ha tenido sexo con otros hombres, pero la oferta es demasiado buena para ser verdad, así que decide mostrar a Ivo lo que una polla cubana puede hacer.