Diego Tebas ha sido lo suficientemente amable como para invitar a Gus Torres a quedarse con él mientras trabaja en un contrato en España. Gus es apasionado por su aptitud física, que es obvia por su cuerpo caliente, tonificado y su aspecto oscuro. Una tarde, Diego entra en Gus usando el salón para hacer algunos estiramientos. La vista no molesta a Diego – lo excita.