Al atardecer, Hunter, un jovencito francés de ojos azules sexy, está vagando el bosque solo, buscando una gruesa polla del norte africano para enterrar en su garganta. Lo que él no sabe es que alguien ya lo ha estado observando. Esconder en las sombras es Choppeur, un argelino con una mirada fría. Años de los deportes de combate agudizaron su instinto depredador – y el momento en que puso los ojos en este pequeño Bambi pálido, él sabía: lo está llevando esta noche. Y cuando Choppeur te agarre, hermano, será mejor que sepas cómo caerte de rodillas rápido. Golpea a Hunter por el cuello, saca su polla argelina cortada, y lo golpea directamente por la garganta. Cazador ahoga, babea por todas partes, pero en el fondo – le encanta. Como un buen sumiso, abre más ancho y toma más. La niebla gruesa, el olor del bosque, el suelo húmedo... despierta algo primario en Choppeur. Él tira al hombre francés a la tierra, a la suciedad y hojas, y comienza a golpear su culo crudo, sin calentamiento, sin misericordia. Él domina. Él controla. Afirma. Sin amor, sin dulce charla – sólo una mierda pura, primaria entre un alfa callejero y su perra del bosque.