Cuando Alexander presentó su destino en la aplicación de la vela, no se dio cuenta de que iba a la mitad de la nada. Después de un largo viaje, el chico lindo se quedó dormido y fue despertado por Sebas, su conductor. Disoriented, Alexander le rogó a Sebas que lo llevara a otro lugar. Sebas tenía que seguir trabajando y el cliente no tenía dinero, así que le pidió que saliera del coche para que continuara su día. Alexander le imploró que lo llevara a su destino, así que Sebas decidió cambiar su enfoque. Él notó que Alexander no sólo era guapo, sino que también tenía algo carnoso pasando entre sus piernas. Le pidió que viniera al asiento delantero y se ofreció a organizar un nuevo paseo con un diferente “método de pago”. Desesperado y curiosamente caliente, Alexander aceptó la propuesta y llegó a la entrepierna de Sebas, listo para ir en un viaje mucho más intenso.