Una producción magistral Citebeur: iluminación dura, tensión sexual palpable, dos intérpretes en la parte superior de su juego. Una escena que nunca se olvidará, un clásico instantáneo del porno interracial francés. En la reserva oscura y ardiente de un almacén, Citebeur muestra una de sus escenas más míticas: el esperado encuentro entre Max La Menace, un joven negro con carisma magnético y una legendaria polla XXXL (longa, gruesa, perfecta), y Marc Humper, un hombre guapo con un cuerpo peludo y una mirada ardiente, el rey absoluto de garganta profunda. Desde el primer vistazo, la electricidad es total. Max saca su enorme calibre, Marc sonríe... y el espectáculo comienza. En un descenso fluido, se traga toda la longitud de la polla de Max, sin esfuerzo, con una avaricia que hace que Max mismo temble. Bombea, babea, gema, roga por más, convirtiendo cada pulgada en éxtasis pura. Entonces Marc ofrece su culo listo: Max entra, profundo, poderoso, en cada posición. Cuerpos abofeteados, goteo de sudor, los dos láseres le dan todo, hasta el último gigante masivo que Marc recibe con una sonrisa cumplida.